La Sequía en España

La sequía en España

 

La sequía es un fenómeno natural que consiste en la disminución de las precipitaciones por debajo de la media, y por tanto una disminución de los recursos hídricos disponibles, tanto de acuíferos como de embalses.

España sufre una sequía cada ocho o diez años porque se encuentra en la zona templada del planeta y bajo la influencia de dos corrientes de aire, una masa de aire frío y húmedo que viene del Atlántico y una masa de aire caliente y seco de origen africano.

El año 2017 se va a recordar como el más seco desde 1965, la media de precipitaciones a nivel estatal está siendo un 20% menor que otros años, pero en algunas cuencas el porcentaje llega hasta el 65%. La falta de precipitaciones está haciendo reducir los niveles de los embalses de las cuencas del sureste y noroeste. El agua que hay embalsada, sin contar la de las últimas lluvias, se encuentra en 20 puntos por debajo de la media de los últimos 10 años. Tanto es así que sufren sequía hidrológica crónica cuencas como la del Júcar, el Segura y el Duero.

 

En esta mapa de riesgo se refleja La Sequía en España:

La Sequía en España

 

Los efectos de la sequía son cada año peor, porque ya no es solo un tema meteorológico, la península las lleva sufriendo desde hace más de 10.000 años, ahora además se agravan por el cambio climático, por lo que van a ser más recurrentes, con periodos más cortos entre sequías y con una duración más intensa.

 

Uno de los problemas principales que causa la sequía en las poblaciones es el problema en el suministro. Los cortes de agua son necesarios para poder salvaguardar los recursos hídricos el mayor tiempo posible.

 

Hacer un buen uso sostenible del agua es uno de los pilares fundamentales de un país que padece continuamente de sequía. Perder el 25% en la red de abastecimiento es todo un despilfarro que no se puede permitir. Para evitar esta situación se debe educar a la población para aprovechar al máximo este bien tan preciado y escaso. Es esencial que se mejore la gestión del agua, así como elaborar un nuevo Plan Hidrológico Nacional ya que todavía sigue en vigor el aprobado en 2001.

 

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