Una historia de plásticos (2)
En esta nueva entrega de «Una historia de plásticos» analizaremos el origen del problema, la revolución del plástico como elemento necesario para encontrar la solución.
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El origen del problema: La revolución del plástico
La invención del plástico fue un cambio revolucionario en la vida del ser humano. Facilitaron nuestras vidas e incluso en sus primeras aplicaciones llegaron a salvar vidas animales, como es el caso de los elefantes. En el siglo XIX bolas de billar, peines, teclas de los pianos, etc., se fabricaban exclusivamente con marfil.
Las poblaciones de elefantes estuvieron en riesgo, haciendo del marfil un material cada vez más caro y escaso, por lo que un fabricante de Nueva York propuso dar una recompensa de 10000 dólares a la persona que diera una idea alternativa al marfil.
A partir de esta propuesta surge el celuloide, hecho de celulosa, un polímero presente en todas las plantas.
A principios del siglo XX la revolución se aceleró y los plásticos empezaron a fabricarse a partir de petróleo. El plástico era barato y se empezaron a fabricar todo tipo de objetos, incluso los que no pensábamos conservar.
El problema llega cuando no podemos gestionar la gran producción de plásticos que se generan. Según un artículo de National Geographic”: En torno al 40% de los más de 407 millones de toneladas de plásticos que se producen al año es desechable, y buena parte de él se usa en envases diseñados para tirarse a la basura a los pocos minutos de adquirirse”.
Una bolsa de plástico puede tardar en degradarse 150 años y una botella de PET hasta 1000 años, por lo que a la gran producción de estos plásticos se le suma el tiempo que tardan en desaparecer.
La producción de plástico actual es desmesurada y el tiempo de degradación es muy elevado, los plásticos cada vez son más abundantes en nuestro planeta, por ello estamos dañando los ecosistemas.